sábado, 12 de mayo de 2012

El 23 F - Y el rey

Algunas personas se podrían extrañar, de que el mismísimo monarca se encontrase envuelto en un asunto tan turbio, como el fallido golpe de estado que se produjo en España, el conocido como 23 F.
    Puede ser que para muchos el rey fuere alguien que paró aquella intentona. Pero no.
    El rey simplemente dio marcha atrás, cuando vio que la coordinación se fue al garete, y no estaba claro que aquello fuese a prosperar.
   ¿Donde estuvo la clave de que se parase?

    La clave del fracaso, fue que una vez entrar en el congreso, una cámara siguió retransmitiendo, y el efecto sorpresa se rompió en mil pedazos, se vio como un teniente coronel de la guardia civil intentó avasallar menospreciando su graduación y su uniforme a todo un capitán general del ejercito como Gutierrez Mellado, que para muchos de sus compañeros de armas no dejaba de ser su general.
   El rey, no se podía permitir un enfrentamiento en el que su imagen quedase dañada, y prefirió salir por la tangente, cambiando el discurso que iba a pronunciar si triunfaran los suyos, por otro que le dejase en un papel de salva-patrias.
    El pueblo, no quería creer lo contrario, y aceptó su posición como cercana al pueblo y democrática. Pero somos muchos los que sabíamos lo que ahora se publica.


           Unos documentos que el rey nunca pensó
           que pudieran ver la luz
           así lo demuestran.


El embajador alemán en España en 1981, Lothar Lahn, aseguró en un informe de la época que el rey Juan Carlos I, frente al intento de golpe de Estado del 23-F, "no mostró ni desprecio ni indignación frente a los actores, es más, mostró comprensión, cuando no simpatía".
Lo ha revelado hoy el semanario alemán Der Spiegel, que ha publicado un informe desclasificado por el ministerio germano de Exteriores y que fue enviado por Lahn.
El semanario alemán señala que el embajador de Alemania en España entre 1977 y 1982, y fallecido en 1994, mantuvo una conversación de carácter privado con el monarca el 26 de marzo de 1981, en la que el rey le comentó sus impresiones acerca del frustrado golpe de estado.
Según el documento del entonces embajador, el rey le aseguró "los cabecillas sólo pretendían lo que todos deseábamos, concretamente la reinstauración  de la disciplina, el orden, la seguridad y la tranquilidad".

Fuentes de la Casa del Rey en Madrid han manifestado hoy a este respecto que "el papel y la actuación del rey el 23-F están ya consolidados por la historia, y el modo decidido y determinante como actuó en defensa de la democracia es conocido por toda la sociedad española y en todo el mundo". ???

            El rey culpa a Suárez del golpe. 
            E influenció a favor de los golpistas
            alegando que solo pretendían lo mejor
 
           El informe citado por la revista señala que el rey manifestó a Lahn que la responsabilidad última del intento de golpe de estado no fue de sus cabecillas, sino del entonces presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, a quien reprochaba "despreciar" a los militares.

En su reporte, el embajador alemán destacó asimismo que el rey había aconsejado reiteradamente sin éxito a Suárez que "atendiera a los planteamientos de los militares, hasta que estos decidieron actuar por su cuenta".
El monarca manifestó ante el embajador de Alemania, según la versión de éste, que trataría de influir en el Gobierno y los tribunales para evitar un castigo severo a los golpistas, ya que estos "solo pretendían lo mejor", señala Der Spiegel. Finalmente, subraya que Juan Carlos I dijo a Lahn que el golpe del 23F "debería olvidarse lo antes posible" y se mostró convencido de que una actuación así no se repetiría.
El semanario escribe finalmente que la Casa real española no ha querido pronunciarse acerca del informe del embajador alemán, y que señaló únicamente que en los archivos oficiales no existe protocolo alguno sobre esa "conversación privada" entre el rey y Lahn.
La revista destaca que el documento acaba de ser desclasificado por el Gobierno federal alemán y que puede leerse en la publicación de 2.250 páginas del Instituto de Historia Contemporánea "Actas de la política exterior de la República Federal de Alemania de 1981".

         ¿Porque será que no me extraña?. 

         Un monarca impuesto por un dictador, nunca puede ser un monarca.
         Simplemente. La continuación de un dictador.

















 

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